Octubre es el mes del terror. Por ende, cuando comencé a buscar juegos de mesa para reseñar, me fui directo a los juegos más terroríficos que conocía; sin embargo, había uno que se repetía y repetía en mi cabeza: “¿Quién Fue?”. Si bien, este no es un juego con temáticas oscuras, sí cumple con incluir misterios, suspenso y terror, y es que… ¿A quién no le aterran las “sorpresas olorosas”?
Descripción del juego: “¡Mi loro NO fue quién se cagó en medio del comedor, pero creo que fue el conejo!”. Como orgulloso dueño de un adorable conejito, tu deber es despejar rápidamente las dudas sobre él y dirigir las sospechas hacia la mascota de otro jugador. Para conseguirlo deberás confiar en tu memoria y rapidez de reacción. Si no, podrías acabar acusando a una mascota inocente y teniendo que limpiar todo el desastre.
“¿Quién Fue?” es mi juego de cartas preferido. Ese que siempre llevo conmigo a cualquier junta, siendo del tamaño ideal para transportar, y la mejor opción para que todos lo pasen bien. El mínimo de jugadores son 3, y el máximo son 6; aunque eso sí, pese a que con tres jugadores es entretenido… mi recomendación es jugarlo con el máximo de participantes, pues cuando hay seis personas defendiendo a sus mascotas, la experiencia se vuelve una locura (con una dinámica y tensión inigualable). Otro punto a favor de “¿Quién Fue?” es que es tan rápido y entretenido, que cada partida dura entre 10 a 15 minutos, pero puedes pasar horas y horas jugando, sin aburrirte en ningún momento.
El juego nos presenta un terror que todos los que tienen mascotas conocen: un animalito ha hecho excremento en medio del comedor, y, por ende, su cuidador será quien deberá limpiar el desastre. Sin embargo, antes debemos descubrir cuál mascota fue la que dejó la “sorpresa”.
Este juego de mesa mide dos cosas: a) la confianza que tienes con tu memoria, y b) la rapidez con la que puedes actuar para defender a tus animalitos. Para ello, contamos con 6 cartas de animales (por cada participante), y unas divertidas fichas de excremento.
El primer jugador debe elegir una mascota de su mano y colocarla en el centro de la mesa, mientras dice en voz alta qué mascota es, y asegurando que ella no fue quién tuvo la indigestión, culpando a otra más. Por ejemplo: “No fue mi tortuga, creo que fue un conejo”. Así, los otros jugadores deben apresurarse en encontrar en su mano la mascota mencionada (en este caso, el conejo), y ser el primero en defenderla, demostrando su inocencia y culpando a otro animalito. La dinámica continúa así hasta que uno de los jugadores haya desechado todas las cartas de su mano. No obstante, al ser un juego de memoria y rapidez, cada jugador debe estar atento a la cantidad de cartas y animales que poseen sus contrincantes; puesto que, si un jugador intenta pasar la culpa a otra mascota, pero ningún otro tiene esa carta en su mano… éste perderá la ronda, recibiendo una ficha con forma de excremento. El juego terminará cuando uno de los jugadores obtenga su tercera ficha, siendo éste quien deberá limpiar el desastre ocurrido.
Como mencione al inicio, este juego incluye misterios: nadie sabe cuál mascota fue la que dejó el excremento en medio del comedor; suspenso: debes confiar en tu memoria, al mismo tiempo que debes ser el más rápido en culpar al otro animalito, ¡la tensión que produce el juego es impecable!; y, por último, terror: el terror de tener que limpiar el excremento. ¿Estás listo para vivir esa experiencia?
Componentes del juego:
- 36 cartas, 6 copias de cada animal (conejo, hámster, pez, tortuga, loro y gato), divididas en 6 colores diferentes.
- 13 fichas con forma de excremento.
- 1 instructivo.