Hoy en día los juegos de tablero están tomando mayor protagonismo en nuestras vidas, siendo una gran ayuda para combatir la cuarentena en tiempos de crisis. No obstante, los juegos de mesa entregan un sin fin de beneficios para nuestros ámbitos social y personal. Es por esto por lo que muchos profesionales, incluyéndome, utilizan el juego de mesa en ambientes terapéuticos o mejor dicho los utilizan como un medio para llegar a un fin.
Los beneficios que puede entregar el juego son múltiples, entre ellos: tolerancia a la frustración, percepción de los tiempos de otra persona, trabajo en equipo, comprensión, paciencia etc. Son todos aspectos importantes para una persona que se desenvuelve en sociedad, por esto mismo decidí utilizar los juegos de mesa como herramienta de trabajo, y no solo por estos beneficios sino también por la diversión que entregan. Es aquí donde surge una gran pregunta: ¿La esencia del juego desaparece cuando se utiliza como herramienta?
Tal vez muchas personas digan que sí y otras contesten que no. Pero para responder la pregunta tenemos que explicar cuál es la esencia del juego de tablero, y es justamente aquí en donde la esencia va mutando según el juego, ya que cada autor y autora le entrega algo distinto.
Para un juego puede ser entretener, para otro juego sea estresar y así con un sin fin de esencias distintas. Pero lo que no cabe duda es que la esencia del juego es entregar todo lo que entrega en su experiencia, desde las mecánicas, reglamento, diseño e ilustraciones, por ende, la persona para vivir esto tiene que estar enfocado en su 100% en jugar y disfrutar. Si la persona está pensando en trabajar su tolerancia a la frustración, está en busca de algo que el juego entrega por defecto no por esencia, siendo este un medio, aun así, el juego no dejará de mostrar su esencia, es solo que la persona no vivirá tal experiencia.
Dado todo esto siento que el juego nunca dejará de mostrar su esencia, lo que no quiere decir que puede utilizarse como medio o como fin, ya que la persona que lo juegue decidirá de qué manera y para que quiere jugar. Es la persona quien juega, quién decide. Lo importante es que la persona cumpla sus intereses, y en mi caso que los utilizo como herramientas, la consigna que digo es: “Jueguen y disfruten” y después de la experiencia se habla en torno a lo que pudo entregarle a cada persona.
Dicho todo esto, simplemente jueguen como quieran jugar y con el objetivo o sin objetivo que quieran, simplemente es tu experiencia.